lunes, 21 de julio de 2014

Crónica de la XXII Milla de Covadonga

El pasado viernes fui a Sabadell para correr la XXII Milla del barri de Covadonga. Como ya comenté en la previa, una milla especialmente rápida a la que llegaba bastante pasadito de rosca.

Llegué puntual a la zona de salida (Torre de l'Aigua), y enseguida cogí mi dorsal (me tocó el 3636). Me hice el remolón durante un buen rato para no calentar. Era pronto y no estaba como para meterme media hora de calentamiento. Ese tiempo de standby me dio para observar que la densidad de gente de clubes eran espectacular. A las 20:45h, media hora antes de arrancar, me decidí a calentar. Fueron unos 10 minutos de carrera continua con algún cambio de ritmo por el Parque Taulí. Como era de esperar, seguían las molestias, y en la parte final del calentamiento ya andaba bastante fatigado. Al acabar, me dirigí de nuevo a la zona de salida. Eran cerca de las 21h, e iba a arrancar la serie de niños. Arrancó la serie infantil, y casi que con ella la cuenta atrás para la de adultos. Para no quedarme frío, hice alguna cuesta, alguna progresiva y un poco de carrera continua. Acto seguido, la gente se fue acumulando tras la línea -imaginaria- de salida. Yo, visto lo visto, me puse de los últimos, así que me vi rodeado de los pocos hombres y mujeres (en general había gente joven) que sobrepasaban los 50 años. Fue raro para mí, pero no me iba a poner delante sin estar bien. [Hay gente que no corre una mierda y se pone delante, aun jodiendo a los demás. Están en su derecho, pero vamos...]

Se dio el disparo que marcaba el inicio de la prueba, y la carrera arrancó muy rápida. El grupo se estiraba rápidamente, lo que indicaba que detrás se iba bastante lento. Enseguida, empecé a esquivar gente y a remontar. Al fin y al cabo, mi mal estado físico podía ser peor. Al poco, me adelantó una mujer (con pinta de ser de club) que vestía de rojo y azul (debía haberla adelantado en los primeros metros). Me gustó su ritmo, por lo que me enganché a ella, pero enseguida vi que quizá era demasiado para mí. Empecé a sufrir mucho. Mi fatiga y mis molestias llevaban otro ritmo. Pero el running, amig@s míos, no son matemáticas. ¿Por qué? Pues en este caso porque enseguida, y tras sufrir mucho, me empecé a sentir a gusto con aquel ritmo. Con ella, pude adelantar a bastante gente, pero acabó adelantándonos un chaval que vestía de blanco y azul. No sabía si le había adelantado yo al principio o si había sido ya corriendo tras la mujer, pero su ritmo era tremendo. Era el momento de cambiar de ritmo. Me fui con él, sorteando y adelantando a gente con suma facilidad, aunque la mujer aguantaba también con nosotros. Al poco, nos encontramos con un tapón de gente (calle estrecha, coches a ambos lados, gente en las aceras...). Enseguida, tenía al chaval a mi izquierda y a la mujer por la derecha. Intenté pasar por el centro, pero tuve un toque con la mujer y vi que por ahí era difícil. Me fui para la izquierda y también era complicado pasar. Cuando lo conseguí, también lo había hecho el chico 'blanquiazul'.

Yo, todo aposemático, a punto de encarar la recta de meta.
- Foto: Carlos Sánchez -
Restaban menos de 500m y me encontraba muy bien. Era el momento de otro cambio de ritmo. Pasé al chaval y fue como un: “sígueme si puedes”. Iba muy bien, a un ritmo realmente alto para mí, y sabía que era muy difícil que alguien pudiera seguir ese ritmo (obviamente es lo que tiene no ir en cabeza). Quedaban unos 300m y aún puse un ritmo más alto. Iba a más, iba muy fuerte. Sin duda, fue la sensación de poderío más grande que he tenido en una carrera. Y volví a cambiar el ritmo. En la contrameta, iba adelantando como si yo estuviese haciendo una milla y los demás un 10K. Las molestias no estaban, la fatiga tampoco. Estaba claro: mis piernas estaban mejor que nunca. Llegó el frenazo del giro de 180º que encaraba la recta de meta. La gente que iba por delante no se agarró de la valla para combatir la fuerza centrífuga de un giro tan cerrado y a gran velocidad. Yo sí tuve que hacerlo. Al salir de la curva, comencé a esprintar, y así pude adelantar a tres hombres más. La verdad es que la recta de meta se me hizo muy corta (one more time...). Tenía que haber lanzado el sprint en la contrameta, pero con la curva también era difícil.

No tengo el puesto ni el tiempo exacto, porque la frecuencia de llegada a meta fue elevada en ese momento y no cogieron todos los dorsales. En todo caso, quedé entre el 32º y el 38º (sobre 110 -hombres y mujeres- en meta), con un tiempo de aproximadamente 5'27". La posición supone una mejora respecto a la del año pasado (cuando aún llegué peor), y esos 5'27" suponen batir mi mejor marca personal en una milla. Objetivos cumplidos. Darme cuenta de que gané más de cincuenta posiciones en carrera pues como que también me sabe bien. Así que para no llegar muy bien, pues estoy contento, aunque la verdad es que acabé un poco 'enfadado'. Viendo las sensaciones que tuve en carrera, me preguntaba qué hubiese pasado de salir delante y poner un ritmo más elevado desde el inicio (suele pasarme). Pues a saber, pero posiblemente hubiese llegado algo por debajo de los 5', lo que hubiese supuesto rondar el 15º puesto. Meras especulaciones. Sin duda con lo que me quedo son con las sensaciones. Sin buenas sensaciones, sin verte bien, es más difícil entrenar. Así sí.

Ahora, en principio, me toca descansar un poco. Sí, un poco, puesto que en dos semanas quiero comenzar a entrenar de cara al 7 de septiembre (ya os contaré).

Esto es todo por el momento...

¡Nos leemos pronto! (gracias, como siempre, por hacerlo)

[Por favor, c'ollejeadme' si vuelvo a hacer una crónica tan sobria. Gracias.] 

jueves, 17 de julio de 2014

Mañana, a la XXII Milla de Covadonga

Como sabéis, como comenté en la entrada (o post) anterior, mañana viernes (a las 21:15h) disputaré la XXII Milla del barri de Covadonga de Sabadell [he apostado por poner el nombre bien enterito...], que será mi segunda participación en esta prueba (tras la del año pasado).

La salida de la prueba tiene lugar al lado de la mítica y esplendorosa Torre de l'Aigua de Sabadell. [Os doy mi permiso para saltaros el tochazo de párrafo que viene a continuación e ir directamente a mirar el perfil que le sucede]. Pero enseguida, a los pocos metros, empieza la travesía por la larga y 'tobogánica' Calle Covadonga (sí, tipo calle Pedrell en la Cursa Font d'en Fargues y en la Milla d'Horta). Los primeros 150m son en bajada moderada, pero enseguida, para cortar el ritmo, arranca un repecho (relativamente suave) de unos 100m. Después vuelve el terreno favorable: unos 400m de falso llano descendente. Tras ello, llega un falso llano ascendente de unos 100m. Luego, para acabar la travesía por la Calle Covadonga, más terreno favorable: más de 100m de bajada suave que preceden cerca de 300m de falso llano descendente. Y por fin se deja la Calle Covadonga, con el primer giro de la prueba: 90º a la derecha para correr por la Calle dels Montcada. En esta calle nos espera un falso llano ascendente de menos de 100m que enlaza con la Plaza de la Sardana. Pero para adentrarse en dicha plaza, antes deberemos girar otros 90º a derechas. Ya en la Plaza de la Sardana sólo nos quedará un pequeño tramo (decenas de metros) de falso llano ascendente, luego un giro de 180º (también a derechas) y, por último, menos de 50m de falso llano descendente hacia la meta. En total, habremos hecho cerca de una milla, aunque al parecer queda más cerca de 1,5 km que de 1,609 km.

Perfil aproximado de la XXII Milla del barri de Covadonga de Sabadell. -Imagen: MapMyRide-









Tras la 4ª Milla d'Horta del pasado domingo, van tres días seguidos entrenando para esta Milla de Covadonga. El lunes y el martes, tiradas relativamente largas (unos 5 km) entre carrera contínua y fartlek;  y ayer, series de unos 200m. En estos entrenamientos he podido comprobar que me encuentro algo fatigado, puesto que llevo una tralla notable desde hace algunos meses (algo a lo que mi cuerpo no está acostumbrado). También tengo algunas molestias, pero nada del otro mundo. Pero eso no me va a parar, así que esta tarde, cuando el calor cese un poco, saldré 'a rodar' un poco. La verdad es que nunca he corrido 24h antes de una competición, y quiero probar. Y es que es el momento de poner mi cuerpo al límite, ya que tras competir mañana pienso tomarme unos días de descanso. Pero, por si lo habéis pensado, soy consciente de que esta semana de entrenamiento y fatiga, pueden ser perjudiciales para mañana. Es un riesgo que quiero correr.

¿Cuál es mi objetivo para mañana? Pues visto lo visto, y a raíz de lo que os comento, nada demasiado ambicioso. Simplemente espero mejorar mi resultado de 2013 (algo no muy difícil [risas]). También quiero, aunque lo veo difícil, buscar marca personal en una milla. Aunque no llegue bien, quiero intentar aprovechar que es la milla más rápida de Catalunya (o eso dicen).

En fin, ya miraré de contaros cómo ha ido de cara al próximo lunes (creo que ese día). [Más adelante ya os contaré mi agosto de entrenamientos y los nuevos objetivos de septiembre].

¡Nos leemos! (y gracias, una vez más, por hacerlo)

martes, 15 de julio de 2014

Crónica de la 4ª Milla d'Horta

Como comentaba en la previa de la 4ª Milla d'Horta - Eurofitness, llegaba bastante bien, aunque con dudas debido a algunas molestias en los tibiales (periostitis). Pero la cosa se torció la misma semana. Los entrenamientos del martes y el miércoles fueron bastante penosos. No iba. El jueves ni siquiera salí a rodar/entrenar porque no me encontraba muy bien. El viernes, sin grandes esperanzas y bastante desanimado, me lancé de nuevo a la calle. Y qué cosas, ¡me encontraba bien! A lo tonto, y a un ritmo bastante bueno (por debajo de los 4 min/km), me salió una tirada larga de uno 5 km. No estaba a tope, pero visto lo visto eran muy buenas noticias. Así que estaba claro, el domingo esperaba.
Mi dorsal en la prueba.

El domingo me levanté a las 8h para disputar, a las 10h, la carrera. Esa noche sólo había dormido unas tres horas. Mal rollo. A las 8:30h había quedado con Víctor (muy metido en el mundo del trail-running, él) en mi barrio para ir andando hacia la zona de salida. Y así fue. Nos encontramos hacia esa hora y fuimos andando (en la calle había menos gente que El Corte Inglés  de nada por la 'publi'- tras las rebajas). El camino, gracias a la conversación, no se hizo muy largo. Y sin apuros, hacia las 9h (cuando empezaban a repartir los dorsales), llegamos allí. 

La camiseta -técnica- que me regalaron.
Enseguida cogimos el dorsal (me tocó el 115) y ¡una camiseta se regalo! Fue una sorpresa dado que la inscripción era gratuita y en ningún sitio ponía que la dieran. Pero en fin, se agradece, que estos detalles molan mucho. Tras dejar las camisetas en el guardarropas, nos pusimos a calentar. Y matamos dos pájaros de un tiro ya que calentamos mientras reconocíamos el recorrido. Vimos que el recorrido era duro, pero que no nos iba mal. Yo me encontré bastante bien, siguiendo un poco la pauta del viernes, pero no a tope. Poco después de acabar el calentamiento, sobre las 9:35h, nos encontramos con dos amigos: David y Jordi (ya había coincidido con ellos en un par de carreras). Ellos se pusieron a rodar un poco, mientras Víctor (gran conocedor de la preparación física) y yo aprovechamos para hacer un par de rectas progresivas. Al poco, nos pusimos en el 'cajón' de salida. Yo me quedé en 3ª línea 'de batalla', un poco más atrás de lo que me gusta, pero bastante bien situado. Víctor estaba delante de mí, y David y Jordi dos filas más atrás.

De la carrera en sí, la verdad es que no hay mucho que contar...

Primeros compases de la carrera. -Foto de Carlos Sánchez-
Se dio la salida, y la carrera arrancó rápida, pero no especialmente. Nada más empezar me encontré fatigado, así que pasé de buscar la cabeza de carrera. La verdad es que fue una put*** [niños runners, mi blog es caca, que si no os convertiréis en sucedáneos de mí, y eso no molaría] verme así tan pronto, pero son cosas que pasan. Sea como sea, en los primeros metros, andaba hacia la 30ª posición. Sin duda muy lejos de mi idea de luchar por el pódium. Poco a poco, en la 'tobogánica' [sí, me mola inventarme palabras] y larga travesía por la calle Pedrell, me mentalicé para sufrir y aguantar más o menos la posición. Me dio la sensación de que las posiciones no cambiaban mucho y los ritmos andaban parejos. 

Al girar, tras unos centenares de metros recorridos, me encontré con el primer tramo de la ascensión. Seguí mi plan, el de mis piernas y el de mi cabeza: no cebarme. Eso me hizo perder alguna posición, pero también gané alguna que otra. Mirando hacia adelante veía que pocas posiciones iba a poder remontar. Estaba claro que, salvo milagro, no tenía piernas para remontar mucho como otras veces. Víctor ya estaba muy lejos. Mirando hacia atrás veía que poca gente iba a poder llegar hasta mí siempre y cuando surtiera su efecto el hecho de no cebarme. No vi ni a David ni a Jordi.

Sprint final (no, aún no he ido a la playa).
-Fotaza de Carlos Sánchez-
Tras un tramo de llano, llegó el segundo tramo de ascensión (tercero contando el de la calle Pedrell). Un tramo hecho para asestar el golpe de gracia a la carrera (así lo vimos Víctor y yo en el reconocimiento). Pero más o menos todo fue como había previsto durante la carrera: ni desfallecí ni hice un cambio de ritmo. Las posiciones poco se iban a mover ya, pues sólo restaba un tramo de bajada (más empinada que una ... mandanguera). Pues eso, que la bajada no era apta para cardíacos así que había que tener cuidado con ella. Los zapatazos (¿o debería decir 'bambonazos'?) en la bajada eran tremendos.[Vamos, que uno se pregunta que cómo con tanta tecnología no hay quien recoja esa energía...]. Las distancias eran un poco difíciles de recortar en ese terreno. Pero para hacerlo todo más bonito, la bajada acababa con un giro de 90º (vamos, había que 'hacer un Marc Márquez'). Y de ahí a meta. Apenas unas decenas de metros de recta, en llano,  para acabar la carrera. Y claro, puse todo, iba en progresión ('haciendo un Usain Bolt en estado etílico'), y cuando quería adelantar a un par de runners, pasé el arco de meta. Lo que me hubiese gustado ver la meta 100 metros más allá... ¡Ay los deseos! Pero nada, es lo que tiene que yo no organice carreras.

Ya en meta me encontré con Víctor, que hizo una carrera espectacular para una distancia cortísima para él (10º, con 5'15"). David, llegó con un sprint poderoso, de raza (77º con 8'20"). Y Jordi llegó poco después (87º con 8'40"). ¿Yo? 19º, con 5'40". Vamos, peor que el año pasado. Sin duda, no fue mi día.  Así que nada, a retrasar un poco más el punto de inflexión de mi carrera y la marca personal en una milla [risas]. Aún así, yo os digo: ¡pudo ser peor!

Ahora, toca probarse (ayer ya lo hice), rodar, entrenar (si se puede), y competir el viernes por la tarde-noche en Sabadell ('la Manchester catalana'). [A ver si puedo hacer la previa...]

¡Gracias a todos por leerme (que me consta que sois bastantes)! Un placer. Os quiero.

[Creédme: no estaba alcoholizado ni drogado durante la  creación del post] 

martes, 8 de julio de 2014

5 días para la 4ª Milla d'Horta

Sólo restan 5 días para el primer (y penúltimo) gran reto del verano: la 4ª Milla d'Horta, que se disputa el domingo a las 10h.
Cartel de la prueba. Imagen: Eurofitness Run Team

Sin duda las ganas van en aumento, y los kilómetros de entrenamiento también. Y es que espero encontrar en esta prueba, el domingo, el punto de inflexión de mi carrera como runner.

De momento, tras muchos entrenamientos con vistas a esta prueba (y a la siguiente), puedo decir que estoy en buena forma, aunque no a tope. Lo que más me preocupa son mis molestias en los tibiales (sobre todo en el izquierdo). Me preocupa que me fastidien el entrenamiento de estos últimos días, y sobre todo me preocupa que me hagan no llegar bien al domingo. Yo estoy aplicándome hielo, y también pomada, pero aún así no acabo de encontrar una 'ventana de buen tiempo' en el episodio de molestias que arrastro desde hace muchos meses. Pero sin duda, con todo y con eso, es muy difícil saber si voy a llegar demasiado bien al domingo. No creo que llegue a tope, no creo que esté del todo bien, pues seguramente tenga molestias, pero ya veremos hasta qué punto. 

Para quien no lo sepa, la Milla d'Horta transcurre por el distrito barcelonés de Horta-Guinardó, y concretamente entre los barrios de El Carmel y -sobre todo- de La Font d'en Fargues (y no en el barrio de Horta). Este año se ha escogido un trayecto más de ida y venida de oeste a este y de este a oeste. Todo ello para hacer un recorrido más fácil, puesto que la zona hace pendiente hacia el sur (montaña de El Carmel). Aún así, olvidándonos del recorrido durísimo del año pasado (un 'sube y baja' tremendo), no es un recorrido sencillo. Sin duda, los cerca de 40m de desnivel positivo acumulado dan fe de ello. Por otra parte, no acabo de ver muy lógica la bajada final, con tanto porcentaje de desnivel, teniendo en cuenta que hablamos de una milla y que un sprint en fuerte bajada es de locos.

 
Perfil aproximado de la prueba. Imagen: MapMyRide

Ahora, estos días, turno de optimizar la preparación (esta tarde quizá con mi hermana Mayte) de cara al domingo (y rezando para no sufrir muchas molestias). Un domingo de competición que quizá, después de mucho tiempo, disfrute con amigos... ¡Ganazas!

Y ya está, si no pasa nada raro, a principios de la semana que viene tendréis la crónica de prueba.

¡Nos leemos! (y gracias por hacerlo)